Llego a casa. Es ya muy tarde. Estoy molido. Me duele todo. Tengo el alma feliz. Pienso en acostarme,... pero antes, quiero contaros.
El campamento que volvimos a montar ayer permanece. Se decide en asamblea mantenerlo hasta el viernes o el sábado. Todos los días, a las 20:00 horas, concentración. Todo el mundo en Sol.
Se han formado comités, comisiones, grupos de trabajo. De acción, de coordinación interna, de alimentación, de limpieza, de infraestructura. Durante toda la mañana, entre ojeras y legañas, se suceden asambleas. Allí tratamos desde los objetivos y los medios de lograrlos hasta los detalles más domésticos de "hay que dejar dormir por la noche, compañeros", "hay que coordinar mejor las comisiones" o "aquí no se bebe, esto no es un botellón". Las comisiones funcionan... cada vez mejor.
Llega la noche. Miles de hermanos y hermanas. Cientos de miles. Otra vez. Y con la noche, los gritos, los abrazos, los besos, la emoción. Lo estamos haciendo. Está pasando. Aquí, ahora. No les ha servido prohibir la concentración. Aquí estamos. Nos quedamos.
Llegan noticias de otros campamentos en España. Estamos ya unidos en tiempo real gracias a las nuevas tecnologías. Y, de pronto, noticias de París, de Londres, de Berlín. Se ha extendido. Estamos también en Europa. En Bruselas los han levantado a la fuerza. Lo volverán a intentar. Ovaciones, más abrazos. Lágrimas. Más noticias. Estamos también en Buenos Aires. "Tranquilos, compañeros, está por confirmar".
Cientos de miles. Todos bellos. Conscientes. Felices.
Un chaval joven, flaco, despeinado, se me acerca (imposible estar más cerca... ni más lejos, no hay espacio). Nunca lo había visto. "Tengo miedo" -me dice en la intimidad, rodeados de cien mil hermanos -"nos pueden masacrar a todos". Yo lo miro mirarme, sonrío, y le susurro al oído "hoy no se me ocurre mejor forma de morir". Él abre mucho los ojos. Me abraza fuerte. Se va.
No hay partidos, ni banderas. Sólo gente. Haciendo su revolución.
Hoy somos más. Sabemos que allá, arriba, nos miran con preocupación, con furia. Da igual. Aquí estamos. Para siempre, hoy. Mañana no existe.
Quería contároslo. Ahora me puedo morir tranquilo... un rato, hasta mañana. Luego tengo que volver a mi Plaza. A la de todos.
Ahora me voy. Se os quiere.
17 Dejaron su rastro:
"Da igual. Aquí estamos. Para siempre, hoy."
hacer la historia. vivirla. sudarla.
el movimiento es emoción y es cambio. solo así la historia se hace otra!
te/los acompaño desde aca! con la emocion del pueblo, sin fronteras, solo con fuerza y fraternidad.
abrazo inmenso
Todo eso pasa porque... afortunadamente hay gente que tiene felices sueños.
Un beso.
Estos días ya he publicado dos entradas sobre este movimiento pero no me resisto a pasar por aquí y darte un abrazo que te pueda insuflar ánimo para continuar la lucha.
Los sueños algunas veces se hacen realidad.
Saludos
"Sólo gente. Haciendo su revolución."
Un abrazo
Octavius Bot
Cada artículo que leo sobre cómo esto toma fuerza, me hace emocionarme muy, muy profundamente. Es inexplicable cómo me siento de ser testigo de este movimiento.
Hoy también me echaré unas horitas por sol.
Idealismo en estado puro. Me encanta. Que no decaiga .
Gracias por dejar crónica de los hechos, con tanto cariño, con tanta energía, con emoción. Así me sentaré hoy a tu lado, más cerca no será posible.
Gracias hermano, por ser testigo y artífice de la historia, junto a los demás hermanos y a las demás hermanas.
Abrazos
Podrás decir: "yo estuve allí" con orgullo. Un abrazo.
Porque muchas de las cosas que se imaginan pueden un día hacerse realidad. Hoy te dejo otra canción... imagina ... cual
http://www.youtube.com/watch?v=DCX3ZNDZAwY&feature=fvst
Besotes
No hay partidos ni banderas, sólo hermanos.
Un abrazo, Kum
Nada de morirse compañero, que esto que cuentas es pura vida, ya está bien de miedos y silencios.
Abrazos, ánimo y compañía.
Cuando tu cabeza, tu corazón y tu alma te empujan a la acción, no hay fuerza de la naturaleza que lo pare. Mucho ánimo, Kum*, el momento del cambio siempre es ahora. Un abrazo solidario.
¡Ánimo Kum! Besos a los que acampais.En Granada anoche había 3000, según un policia al que pregunté.
El viernes nos acercamos todos por allí. No nos atrevimos a meternos dentro del todo por las peques. Sólo yo me adentré un poco (lo que pude) para vivir en primera persona un acontecimiento histórico, la revolución de las conciencias.
Gracias por tus crónicas y mucho ánimo. Espero (y deseo de corazón) que las elecciones no hagan que esto se disuelva en el olvido, que es lo que muchos están esperando.
Besitos
cuando estuvimos hablando el 15 sobre la manifestación te conté que yo era escéptico, pero después de estar allí un buen rato el viernes y el sábado, me di cuenta de que aquello era verdad y que esa actividad, esa energía no miente y no se la puede manipular.
un abrazo
Mucha constancia, por favor.
Abrazos fuertes,
P
Me dio un escalofrío al leer cuando el joven se acerca a ti y te dice "Tengo miedo". Leyéndote uan se siente ahí a vuestro lado, nos haces vivir esos momentos a través de tus palabras.
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