miércoles, 16 de marzo de 2011

Dioses.
















     De chiquita le enseñaron a rezarle al Dios de sus abuelos. Arrodillada y con miedo, rezaba igual que se canta una canción aprendida que en realidad no se entiende.

     Luego adoptó con devoción otros Dioses forasteros de nombres exóticos y cabeza de animal. Encendía velas y quemaba inciensos y, entre toses y mareos, recitaba mantras en papiamentos ajenos que tampoco entendió nunca.

     Más tarde se inventó su propio dios, más cercano y cotidiano. Ni siquiera le dio un nombre. Se sentaba serena y con sus palabras sencillas le pedía cosas.

     Por fin decidió enamorarse de la vida y aceptar el misterio. Se olvidó de todos los dioses. Cada mañana, simplemente, le dedicaba un ratito a dar gracias abriéndose a la vida,… a lo que cada nuevo día le trajera con la marea.

     Sólo entonces se encontró realmente a sí misma.


20 Dejaron su rastro:

Lila Biscia

que belleza...
yo no se si soy yo, o sos vos con tus palabras o la conjunción de momentos, pero siempre que te leo: lloro.
(y no es malo, simplemente, es algo que pasa...)

besos

Pedro Alonso Da Silva

El encuentro con la propia divinidad a través del agradecimiento y la apertura. Un precioso mensaje contado con la delicadeza que te caracteriza. Un beso.

Kum*

Joé, Lila... no me digas esas cosas que me pongo yo a llorar también :)

Supongo que es sencillamente conexión. A mí me pasa que al leerte se me mueve el piso. Siempre.

(Anoche tus sonrisas me arroparon la tristeza, gracias)

Pedro: tienes el don de ir a la esencia.

Besos a ambos... gracias.

Puck

Me gusta esa búsqueda, ese encuentro y ese saber, al menos es mi conclusión, que el día que lo necesite todos los dioses anteriores estarán ahí porque forman su camino interior. Me quedo especialmente con ese amor a la vida y al misterio.
Saludillos buscadores

Unknown

Se necesita ser valiente para amar, con serenidad, a la vida. Abrirse, agradecer sin exigir. Debo confesar que aún no logro dar este gran paso definitivo. A veces creo que lo he logrado y no. Pero trabajo en ello amigo Kum*, trabajo en ello.

Beso a puñados.

Dany

Es así, solo nos encontramos a nosotros mismos cuando entendemos la vida y dejamos tantos dioses de lado.

Malena

Yo, que ya no creo en ningún dios, lo sigo buscando.
Y como liturgia diaria, me concentro para encontrarlo en la risa de Manuel, en la calma de Francisco, en la voz de mi madre, en las lágrimas de mi hermana, en las peleas de mentira que sostenemos con el nene, en Mariana, en Gilda, en los que amé, en los que amo, en los que me amaron.
Y lo encuentro en ellos porque me encuentro en ellos. Porque sin ellos, no estaría enamorada como lo estoy de la vida.

Ana Belén García Sánchez

Lindisimo. Es como aprender a andar. Primero te apoyas, luego das pasitos sujetándote y luego cuando te levantas, aprendes a caminar sola.
Muy bello Kum* . Un besito robado!

Kum*

Mi querida Puck, no puedes equivocarte en tu conclusión. La fe es una elección. Creemos en lo que elegimos creer. Y eso está bien. Lo importante es ser conscientes de que es eso, sólo nuestra verdad, tan mentira como las verdades de los demás.

Suerte y ánimo en tu trabajo, Patricia, en tu elección. Y paciencia... no hay prisa. Las ansiedades nos cierran todas las puertas.

Estoy de acuerdo, Dany. Habitamos la misma mentira.

Yo ya no busco, Malena. No hay nada que buscar. Está todo aquí. En todas esas cosas que dices, en lo que nos hace enarmorarnos de la vida. En vos, por ejemplo.

Así es, Anabelénmente mía. Como aprender a andar. Igualito.

A todastodos un beso enamorado.

bicefalepena

Dar valor a lo sencillo, sin disculpas ni mediadores, de eso se trata.
Muy buena reflexión.
Siempre viendo crecer la hierba compañero...

Un abrazo al nuevo día.

Susana Pérez

Creo haber pasado por esas fases menos la de Dioses forasteros de nombres exóticos y cabeza de animal.

Realmente creo que aún no he terminado.

Creo en un Dios que yo misma me he creado y que a mí, me vale. Ese que posibilita que me enamore de la vida y acepte el misterio, que permite que dedique un ratito a dar gracias abriéndome a la vida,… a lo que cada nuevo día traiga con la marea.

Besos y abrazos agradecidos.

Maria Coca

Después de todo, cada uno es su propio Dios y su propio Demonio.

Me alegro de que, finalmente, haya encontrado "su verdad". La verdad de cada uno...

Besos, del magenta al negro.

Mon

A mi tu escrito, como casi todos tus escritos, me recuerda a una vivencia. Dioses me recuerda a un día de Noviembre, camino de Valladolid, yo quería rezar pero no podía, se me había olvidado el Padre Nuestro que estás en los cielos y yo sólo sabía rezar con las oraciones de mis antepasados...qué hacer? me relajé y miré a la selva y al cielo, y al poquito supe que todo había ido bien. Besos selváticos.

Mon

Es decir, no es sólo la emoción que despiertan tus palabras...es la Vida que se despierta al leerte.
Más besos.

Anónimo

Las personas verdaderamente vivas siempre buscan y jamás llegan a encontrarse. Digo yo.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ

Torcuato

Claro que si. Dios es todo. Nosotros somos Dios.
Un abrazo, Kum*

L.N.J.

Entre los Haikum y tus crónicas me desorientas, los textos largos por este aparato no suelo leerlos. Pero tu forma de escribir, de exponer y de mostrarte es genial.
Este relato de los Dioses lo he escrito de varias maneras. Nunca creí en ellos.

Besos.

L.N.J.

Perdón por mi grave error, he querido decir que se parecen mucho al tuyo.

Anita Dinamita

Voy a buscar a ese Dios que dices (mejor dicho a esa Diosa) que la debo tener por algún cajón perdida. Quiero decir, que a veces con la rutina me olvido de agradecer lo maravillosa que es la vida, y lo es, no siempre, pero el resultado me sale positivo, a mi.
Abrazos

Áurea

parece que hablas de mí, aunque se que no lo haces porque aún no me conoces...será que estás dentro de cada uno, o que en el rincón más íntimo de nuestro ser todos somos lo mismo...
me encanta descubrir estos textos...
vuelvo a ser la chica que canta en los bares, snape es mi alterego internauta ;) más besos

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