lunes, 9 de agosto de 2010

Siempre... el silencio.


     Cada mañana, al despertar, brincaba de la cama sin apagar el despertador hasta haber conectado la televisión del dormitorio y se iba espabilando arrullada por el runrún acelerado de las noticias y la publicidad. Luego, mientras se aseaba, encendía la radio y sintonizaba una emisora al azar que llenara con su estrépito el espacio del cuarto de baño. El zumbido del microondas la adormecía en la cocina hasta que sonaba la campanita que indicaba que el café ya estaba listo. Lo bebía absorta, tarareando las canciones que emanaban de su aparato de alta fidelidad con la vista clavada en la pantalla del televisor del salón. Una vez vestida, se colocaba los audífonos del ipod y, sólo entonces, desconectaba todos los aparatos, segura ya de no toparse con ningún silencio indeseado. Así, salía tranquila a su fragor cotidiano y se pasaba nueve horas entre el estruendo de las fotocopiadoras y el alboroto de los clientes, que se desgañitaban haciendo a gritos sus pedidos.

     Al volver a casa, agotada, encendía de prisa todas las luces e iba conectando a su paso televisores y radios, cenaba cualquier cosa, abstraída de nuevo frente a su pantalla de 34 pulgadas y ponía finalmente la música en su cuarto para dormirse tranquila… segura de que el agitado movimiento de sus sueños la mantendría alejada del molesto silencio que, a pesar de todo, no podía evitar intuir por debajo de tanto ruido protector,… acechando entre dos latidos, al final de un suspiro, callado y perpetuo, esperando la oportunidad… de enfrentarla por fin a ella misma.

4 Dejaron su rastro:

Ana A.

Brutal!!!

El silencio puede ser más ruidoso que cualquier ruido ... habla más de nosotros que las palabras y cualquier sonido.

Me ha encantado tu entrada!

Anita Dinamita

Me ha dejado dolor de cabeza, que relato tan ruidoso!
Voy a cotillear por aquí, me gusta lo que estoy leyendo.
Saludos

Kum*

Gracias Anas. Es un placer veros por aquí... ya sabéis que os sigo.

A: Cierto, tal vez por eso nos escondemos tras tanto tanto ruido.

Dinamita: Bienvenida. Un gustito.

Besos a ambas... las dos.

Ana Belén García Sánchez

Uf, que estres... Aunque lo apagara todo es mas fuerte el ruido de su interior. Ese es mas dificil de apagar.

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