Bebían los vientos por el profesor de yoga. Adoraban su saber enciclopédico, la serena cadencia de su voz, la paz y la luz que transmitían sus palabras, sus movimientos… su mirada. Lo apodaban el monje o el buda y en secreto fantaseaban con la dicha de ser sus novias. Suspiraban…
Esta noche Clara intenta reconocerse en la imagen deformada que le devuelve el espejo. La boca rota, la nariz embarrada aún en su propia sangre, los ojos hinchados, violáceos... Un sobresalto, un escalofrío,… una voz calma, sosegada, que llega flotando desde el salón:
-Mi amor, viene la cena... o me levanto otra vez?
4 Dejaron su rastro:
Joderrr... qué heavy. o_0
Soy copiota Laura...Joderr!!! Y que estas cosas pasen de verdad! y tan cerca!...qué bien que esto ya no me hace llorar.
pues si, me imagino a las vecinas "él era muy tranquilo, siempre hablaba tan suave" "nunca hubiese imaginado algo así de él"
Está buenísimo Kum!
Me dio escalofrios!Excelente trabajo!
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